miércoles, 26 de agosto de 2009

Dicen

Al final y casi sin darnos cuenta, tanto estudio científico, tantas pruebas y tantos diagnósticos nos introducen poco a poco en una especie de sociedad del miedo porque todo puede ser malo. Y es que probablemente hay dos centros de atención principales, ver la botella medio llena, o medio vacía, y el cristal desde el que nos asomemos a ver la vida, con sus múltiples posibilidades de color.
En más de una ocasión hemos escuchado que la cerveza es buena para el cerebro, e incluso para la mujer en especial, ahora resulta que puede no ser tan buena en general. (véase http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/beber-cerveza-dia-podria-elevar-riesgo-cancer/serpro/20090824csrcsrsoc_2/Tes)
Ya sabemos que el alcohol, como casi todo en la vida, tomado con exceso es dañino, pero claro con resultados de informes tan contradictorios una no sabe si limitarse a beber agua y ya está, por si acaso. Aunque ¡ojo! que si la botella es de plástico dicen que también puede ser peligrosa después de una exposición al sol, después de mucho tiempo de uso, …
Si es que a lo natural no llega nada y digan lo que digan, al final tenemos que mirar un poco hacia otro lado para no agobiarnos con todo lo que nos rodea.

viernes, 21 de agosto de 2009

Seguir sonriendo

Casi trescientos sesenta y cinco días después y con la misma ilusión en los ojos! Esto que puede parecer un logro, no es más que un reto anual que me propongo cada año cuando llegan estas fechas, porque aunque es verdad que los años no pasan en balde, al final lo que cuenta es el espíritu, lo demás acaba siendo superfluo.

Ojalá sigan pasando los días y yo siga pensando lo mismo. Ojalá, llueva o apriete el sol, sea capaz de seguir sonriendo a la vida más allá de tantos obstáculos que nos plantea el paso del tiempo, porque no son más que piedras en un sendero que nos lleva hasta la meta.

Y si algún día, en el futuro, releyese estas palabras quisiera sentirme identificada con ellas. Sólo así habré conseguido ser quien me gusta ser, sólo así podré mantener la alegría del día a día por encima de los pequeños acontecimientos de la historia que confeccionamos en cada momento.

viernes, 14 de agosto de 2009

Diario pre-laboral


“Estoy a punto de concluir mis vacaciones de este año, relajada y sin alteraciones, con ciertas ganas de volver al mundillo laboral de lleno pero también con cierta sensación de hastío porque en esos días, en que la mente y el cuerpo están más desocupados de la presión laboral, una se mira más a sí misma, pero mira también desde otra óptica a quienes le rodean habitualmente y no siempre encuentra buenas sensaciones.

Aún así, las vacaciones me han preparado y estoy dispuesta a enfrentarme a ese mundo de falsas sonrisas, de promesas incumplidas, de deseos egoístas, de palabras huecas de contenido en muchos casos y de actos que no siempre conllevan las intenciones con las que se presentan para ganarse la admiración de los demás. Y no, no piensen en la clase política que está encasillada en ciertos modelos desde antaño, no hace falta centrarse en una imagen concreta porque esas sensaciones están más cerca de lo que nos creemos.

Y dispuesta, a pesar de saber que en unos instantes me veré envuelta en esa suerte de algarabías, contagiada de maneras insospechadas de ganas de que cada día pueda ser mejor que el anterior, aunque no siempre se consiga escapar a esos tentáculos de una sociedad a menudo distinta a la que cualquiera pretendería. Pero es nuestro alrededor y de ese aire que respiramos todos nos imbuimos casi sin darnos cuenta, la vida sigue y el movimiento nos pilla en camino, nos arrastra y envuelve nuestros pasos con tanta dificultad de ir contracorriente que enfrentarnos al destino se nos antoja una misión casi imposible.

La vida sigue y si algo me queda claro después de estas vacaciones, de descanso y de curas antiestrés, es determinar dónde no quiero estar. A partir del lunes comienza un nuevo período y no me propondré metas inalcanzables o cuestiones utópicas, no, mis propuestas están a pie de suelo. Y puesto que el movimiento se demuestra andando, no será una nueva persona la que se presente el lunes en las puertas del trabajo, no se trata de un cambio radical, se trata de una revolución callada desde el interior que espera dar frutos con paciencia, con constancia, pero sobre todo con mucha ilusión”.*

*.-Del diario de cualquier persona desocupada durante sus días de vacaciones.-