sábado, 26 de septiembre de 2009

Hecho y deshecho

Desde luego equivocarse no es malo, y mucho más si de los errores se aprende. Pero hay equivocaciones, o faltas de rigor que duelen.
No puede ser normal que en una obra la noticia sean las continuas vueltas atrás en lugar del avance de la actuación, no lo comprendo. Además, se instaura una especie de conformismo entre irónico y sarcástico por parte de quienes lo sufren directa o indirectamente.
Mientras que una parte no acaba de finalizar nunca porque en su momento de pronto se quedaron sin material, hay otras partes de la misma obra que parecían iban a mejor ritmo e incluso se le veía otro fin.
Nada más lejos de la realidad, de pronto un día te levantas y admiras boquiabierta y con una sensación de rabia e impotencia, que tienen que deshacer lo que se había hecho porque está mal. Pero lleva mal hecho muchos días, lo que pasa es que hasta ahora no habían venido a verlo, y se han dado cuenta en este punto, vaya por dios! Romper aquí y romper allá para rehacer lo que no se hizo bien, el cuerpo me pide arremeter contra los operarios que hicieron mal el trabajo, pero si lo pienso un poco más me doy cuenta de que la culpa es compartida, porque quien debía vigilar el bien hacer de éstos no llegó a tiempo para evitar lo que ahora sí es inevitable.
Esto es tiempo, pero sobre todo es dinero que se pierde y que como no nos duele en nuestro bolsillo nos da igual. Qué pena!
Ayer paseaba un matrimonio mayor por la zona y les escuché comentar que iba a durar “más que la obra de El Escorial” y sonrieron. Todos lo pensamos, pero además lo sufrimos, por no hablar de los efectos colaterales que conlleva la actuación.
Lo peor de todo es que pasarán los meses y esto se olvidará porque todo quedará bonito y nuevo, un olvido más, así nos va…

jueves, 17 de septiembre de 2009

Días de otoño


Esta mañana los informativos regionales de Extremadura empezaban el día con la noticia de un bebé abandonado en Badajoz, en la calle, con apenas uno o dos días de vida. Acaban de contar en el informativo nacional que ha aparecido otro bebé en plena calle en La Rioja, también recién nacido.

En Madrid, el padre de un menor agredió a la directora del colegio de su hijo porque un jefe de estudios le había llamado al orden mientras corría por un lugar inadecuado.

No sabe una qué pensar ante noticias como ésta y me pregunto si estamos locos.

Pero igual no, cualquiera sabe.

Y esta mañana ironizaba con las previsiones de alerta por lluvias y tormentas en nuestra zona a medida que veía uno de los días más claros de la semana que estamos viviendo. En fin, todos nos equivocamos y es mejor prevenir que curar. Aunque de poco le ha servido la comunicación de alerta por lluvias a alguna zona del sureste del país. Una joven de veinticinco años ahogada por una riada, un hombre desaparecido y los daños materiales en todos esos lugares donde las lluvias, el granizo y el lodo se han ensañado con quienes miraban al cielo con la esperanza de que pasase de largo.

Será el otoño que lo va trastornando todo hasta que el cambio se hace finalmente efectivo…

domingo, 13 de septiembre de 2009

Es una pena...


Hoy he sentido pena, pena por todos esos jóvenes de distintas edades que anoche (¡UN SÁBADO!) lo pasaron muy mal. Sí, porque siendo sábado por la noche, y algunos estando en fiestas, se acicalarían frente al espejo con un ánimo distinto al de cualquier otro fin de semana, con unas ganas mermadas por lo que les esperaba fuera, con una ilusión cercenada porque no podrían vivir una noche de fiesta como otras anteriores, porque les acecharía la duda sobre sus futuros sábados y noches de marcha…

¿Qué será de ellos si cunde el ejemplo de alguna norma dictada recientemente por la que se prohíbe consumir alcohol en la calle, hacer botellones,…? Los fines de semana serán grises, las fiestas no tendrán sentido, no habrá manera de pasarlo bien, las noches de juerga ya no serán lo que fueron…

La verdad es que puede que un tremendo cataclismo esté próximo a caer sobre los fines de semana o, peor aún, sobre algunos jóvenes que depositaron todas sus ilusiones y esperanzas en estos momentos tan eufóricos de la semana!

Es una auténtica pena, lo reconozco, la vida nunca más será igual.
Me pregunto qué pensarán sus padres en estos momentos de tribulación anímica a los que se enfrentan unos hijos aparentemente derrotados por la norma y consternados en sus adentros.

Me entristece escuchar a algunos acerca de la mala experiencia que ha supuesto vivir esta situación, la crisis sobrevenida ante la imposibilidad de disfrutar de un botellón,… Pero me preocupa igualmente que haya quienes consigan de la ruina de los demás su principal causa de diversión. Y es que, mientras algunos jóvenes en el centro del país se lamentaban e increpaban a quienes les prohibían contar con el alcohol como mejor aliado para divertirse en las fiestas, otros más al norte quemaban unos camiones lanzando en su interior líquido inflamable y prendiéndoles fuego después.

Igual habría que plantearse otras cuestiones de fondo que pueden quedar empañadas con lo que las apariencias nos muestran en un primer plano. Menos mal que mañana es lunes y podremos volver a trabajar, hasta el próximo viernes habrá tiempo de pensar alguna estrategia para el fin de semana…