martes, 19 de julio de 2011

Vaya forma de volver...

Hay que fastidiarse, tanto tiempo sin escribir nada en esta ventana al mundo y hoy la vuelta tiene que ser por culpa de gente a los que falta un hervor de educación y convivencia social.

………

Al final voy a desear vivir en el campo aunque no me gusten los bichos. Y es que a veces hay personas más molestas que los propios animalillos del campo.

Si un día sales al patio y ves que hay un muñequito tirado en el suelo que no te pertenece, te extraña y empiezas a pensar que por lógica a nadie se le ha caído así sin más, pero bueno… cosas de niños.

Si al día siguiente son varias pinzas de la ropa y así sigues sumando, por la tarde y en días sucesivos, más pinzas, juguetitos y demás objetos varios, incluido alguno comestible pues la cosa ya no te gusta tanto.

Si le pides al vecino que vigile a sus hijos para evitar que se repita y además tienes que pedírselo más veces porque hace caso omiso, pues cambia mucho la película.

A ver si va a ser que no voy a poder salir a mi propio patio para no toparme con algún objeto volador indeseado… Y lo peor es que salga con el niño y la verdad es que no me haría mucha gracia que a un bebé de meses le cayese algo en la cabeza porque otros se diviertan molestando a los demás.

Pero claro, ¿qué vas a esperar de personas que van a su bola y pasan por alto los derechos de los demás? Un padre normal ya hubiese controlado a sus hijos para que no volviese a suceder, pero es que a lo mejor un niño normal de pocos años no tiene tanta fuerza para tirar de un patio a otro superando muros algunos objetos… cualquiera sabe.

La cuestión es que tendré que pensar en alguna solución antes de perder la paciencia, porque a veces me apetece llevar la bolsa con todos sus objetos tirados a mi patio y metérselos por algún sitio que omitiré aquí. Si es que hay gente que consigue sacar lo peor de uno mismo… con lo tranquilos que podíamos vivir cada cual en su casa sin soliviantar a los demás, qué malo es no tener nada que hacer de provecho!