Y Apicius es el nombre que eligió para englobar un trabajo que mezcla el servicio a los demás con la diversión de poder hacer lo que más te gusta.
Con Sergia y Carolina en las puertas del Apicius de Mérida.
Carolina Sciolla, chilena de nacimiento, consiguió el primer y único premio del I Concurso Gastronómico del Cabrito organizado por Capriex y la Hermandad de San Isidro Labrador de Villafranca de los Barros. Y lo hizo con un timbal de cabrito que deleitó al jurado y a quienes tuvimos la oportunidad de probarlo después.
Y en Mérida, frente a las Escolapias pudimos visitarla de nuevo días después, en el Apicius, para quedarnos gratamente sorprendidos con el resultado de su cocina, con la energía que imprime a su trabajo, con su espíritu aventurero y sus ideas bien claras.
Esa mezcla de sabores entre colores diversos, ese toque único que ha conseguido gestionando a la perfección herencias genéticas y aprendidas que llevan el sello romano, español e hispanoamericano. Fue una experiencia dulce como ese tono del habla chileno que nos acompañó durante la velada.
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