Qué contradictorios somos a veces los humanos… estaba pensando en el silencio de esta mañana en las veces en que hemos deseado que el tiempo pasase rápido para alcanzar ese momento que ansiamos y, por el contrario, cuántas otras queremos que se detenga para exprimir al máximo cuanto vivimos de felicidad.
En estos días he podido experimentar ambos sentimientos, tan contradictorios como complementarios entre sí, o al menos así lo he vivido interiormente.
He ansiado con todas mis fuerzas que el tiempo corriese y se llevase de mi lado los momentos que nunca quise vivir ni compartir con nadie. Pero he sentido el deseo de parar el tiempo ante sus ojos y disfrutar sin prisas de un amor hecho obras, de un calor sin palabras, de un sentimiento compartido desde el alma.
Hoy miro el cielo azul e intento rozar el sol con mis mejillas, y siento que este nuevo día soy afortunada, a pesar de todo. Respiro hondo, abro los ojos y deseo firmar cada minuto de mi tiempo.
3 comentarios:
Muy bonito, pero desconcertante, no sé qué te pasa o ha pasado, pero si necesitas algo sólo tienes que insinuarlo. un beso, nos vemos y me cuentas.
Laura, envidio tu forma de vivir cada minuto de tu tiempo, como dices en esta entrada tan bonita por su carga de sentimientos.
Besos
...quedan por delante muchos primeros días del resto de nuestras vidas.
...problema bonito, bonito problema!!!
Agárrate bien.
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