lunes, 15 de junio de 2009

Mucho más que un símbolo


La historia se apoya en dos símbolos, aunque en realidad son ya tres, pero no entraré en tantos detalles. Con ellos comienza una historia cuya base principal es la acogida y la hospitalidad, y nosotros éramos periodistas. Me sorprende porque me lleva a pensar ¿cómo se portarán entonces con gente que basa en su labor sus esperanzas de vida? Pues eso, se debe multiplicar y me impresiona ese grado de entrega y solidaridad.

Llegamos cada uno desde nuestra respectiva realidad, dispuestos a disfrutar de una experiencia novedosa que resultó ser más enriquecedora de lo que esperábamos, en todos los sentidos. Una cree que comienza el camino sabiendo mucho de algunas cosas, y a pocos pasos se da cuenta de que se abre ante sí un sendero tan nuevo como atrayente, lo desconocido te brinda la posibilidad de tener nuevas vivencias y ese es un lujo que no todos los días tenemos la posibilidad de experimentar.

Los tentáculos del Movimiento, dicho con todo cariño, llegan aquí y allá, diferenciando los protocolos, los organismos, los activos humanos, según si hablamos de lugares en guerra o zonas de paz, las necesidades están en todas partes, aunque no salgan en los medios, está claro, el que se mueve no sale en la foto y lo tenemos que sacar, porque la denuncia solapada en muchas informaciones conseguirá mejorar la vida de mucha gente, y cada uno desde nuestros puestos tenemos que colaborar.

Palabras como Respeto, Independencia, Integridad, Neutralidad, Protección de la Información o Seguridad cobran sentido cuando entras en el esquema de trabajo de esta organización mundial cuya bandera es proteger a las personas vulnerables, protegiendo y asistiendo a quienes están afectados por desastres y conflictos armados.

Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer de cerca un proyecto que comenzó en 1859, es la historia de una idea nacida de una experiencia. La del empresario Henry Dunant que después recogió en Recuerdo de Solferino, tras vivir con angustia los resultados de dicha batalla entre el grupo franco italiano y los austriacos. Fue la semilla del Movimiento Internacional de la Cruz Roja que le valió a Dunant el Nobel de la Paz en 1901, y cuyos frutos se siguen recogiendo hoy en día, gracias a la extensa red de sociedades nacionales y a los millones de voluntarios apostados en cualquier parte donde hace falta llevar un mensaje de solidaridad y paz.


El conocimiento te permite opinar, ser más libre y disfrutar de momentos como los que nos han brindado en estos días desde la Cruz Roja Internacional, difíciles de describir con palabras, de los que marcan dentro y te comprometen a no mirar hacia el lado cuando es necesario dar un paso más.

Fotos: LDíez.

No hay comentarios: