Esta mañana cuando iba a trabajar, descubrí que en el porche de un local en desuso, próximo al centro urbano, alguien dormía en una caja de cartón.
El cielo se presentaba claro con las primeras luces del alba y se adivinaba una jornada de temperaturas templadas para esta época. Pero la noche no debió serlo porque los coches aparcados en la calle presentaban indicios de una leve helada.
Me recordó a mis años de Universidad en Sevilla, en el camino hasta la facultad, eran muchas las mañanas en las que me encontraba con personas durmiendo en los soportales, o reclamando la atención de los viandantes en otras horas del día, incluso comiendo lo que habían conseguido reunir después de varias horas de búsqueda, muchas veces entre las basuras.
Cuando lo recuerdo siento lo que me provocó la intuición de esta mañana. Y digo intuición porque el resto del camino lo empleé para imaginarme a la persona que debió buscar cobijo bajo esos cartones a falta de un lugar donde guarecerse. Y me hacía mil conjeturas.
No es que en aquellos años universitarios esas personas pasasen poco a poco a formar parte del paisaje urbano de la ciudad, nada de eso, y tampoco hoy esa visión me ha devuelto a aquella experiencia sin más. No, es que me hizo revivir las cuestiones que me preguntaba entonces, ¿por qué hay gente que tiene que dormir en la calle, buscar comida en los contenedores o pedir ayuda casa por casa?
3 comentarios:
La respuesta a tu pregunta es muy fácil. LA INJUSTICIA.Justo sería un mundo más solidario, en el que todos tuvieran igualdad de oportunidades, donde el golfo no fuera el triunfador (como sucede en la mayoría de los casos, y si no, a ver donde nos ha llevado la avaricia de unos pocos), donde la incompetencia fuera no sólo descubierta sino subsanada, donde la mala fe fuera rechazada por todos. Un mundo en el que no fuera necesaria la caridad, porque hubiera justicia social.
Las paradojas de esta sociedad. ¿Cuántas camas habran pasado esa noche esperando a alguien para dar calor y nadie llegó? En cambio a esa persona, de forma voluntaria o no, el cartón fue quien le dio calor esa noche.
Algo parecido pasa con la comida, ¿cuánta gente se queda sin comer y otros derrochando y tirando comida? lo dicho, paradojas de esta sociedad.
Totalmente de acuerdo con el comentario anónimo pero creo que todo se queda en palabras. Pienso que deberíamod ser más valientes empezando por mí por supuesto. Así con comentarios no solucionamos nada, me consta que hay mucha gente que piensa igual pero se queda ahí, es difícil mover todos los hilos hasta llegar a mover todas las conciencias, especialmente las que más pueden hacer en este asunto. No sé si habéis oído hablar de unpartido que está recogiendo firmas para presentarse al parlamento europeo: se llama partido solidaridad y autogestión internacionalista, su página webb es www.partidosain.com, puede ser una forma de empezar. No tengo nada que ver con el partido, sólo he firmado y he ayudado a recoger algunas firmas,podríamos intentarlo.
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